Trabajamos por la educación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes de 6 a 21 años. Nuestro Programa Educativo se basa en la acción, la responsabilidad, la confianza y la educación en valores. A través del tiempo libre, les formamos en planos multidisciplinares: social, medioambiental, salud y espiritual. Para desarrollarlos nos organizamos en las secciones educativas: Colonia (de 6 a 8 años), Manada (de 8 a 11 años), Sección Scout (de 11 a 14 años), Unidad (de 14 a 17 años), Clan (de 17 a 21 años) y Scouters (voluntarias y voluntarios de +21 años)

Nuestro método

Nuestro método educativo se basa en la acción, la responsabilidad y la confianza. A través del tiempo libre, formamos a niños, niñas y jóvenes en varios planos: social, psicológica, intelectual, emocional y espiritualmente.

El método educativo scout se define como un sistema de autoeducación progresiva basado en:

  • Educación en valores: El joven establece libremente un compromiso personal ante sus compañeros, asumiendo una responsabilidad: social, personal, ética… resumidos en la promesa y la Ley Scout.
  • Aprender haciendo: La educación por la acción y la propia experiencia. El aprendizaje se hace a través de la observación, la experimentación y la actividad personal, permitiendo a los participantes realizar acciones por sí mismos y adquirir experiencias personales. Se pone en práctica la educación por la acción mediante la aplicación de la metodología del proyecto: educación activa y empleo del juego como oportunidad óptima de experimentar, aventurar, imaginar, soñar, proyectar, crear y recrear la realidad.
  • La vida en pequeños grupos: El pequeño grupo socializa, identifica a sus miembros con los objetivos de las actividades y permite profundizar en el conocimiento mutuo. Todo ello posibilita la participación, el aprendizaje y la asunción de responsabilidades. Así se crea un espacio educativo y de confianza en uno mismo privilegiado para crecer y desarrollarse.
  • Con la ayuda de adultos: La presencia de un adulto capacitado, que se incorpore a la vida del equipo proponiendo, revelando y ayudando a descubrir, facilita el diálogo y la cooperación, invitando al grupo a producir lo mejor de sí mismo.
  • La asunción paulatina de responsabilidades en el propio desarrollo: La vivencia de la participación en diversas actividades, asumiendo responsabilidades consigo mismo y con el grupo, ayuda al establecimiento de un compromiso personal libremente aceptado, en el que se basa el éxito del equipo.
  • La formación autogestionada: Cada joven participa en su propio proceso de desarrollo, formando parte activa de las diferentes etapas en las que se determina el Programa Educativo Scout.
  • Unos programas progresivos y atrayentes: La presentación de técnicas atrayentes que se aprenden ejecutándolas, permite estimular el desarrollo de las aptitudes, motivar una futura vocación y colaborar en la formación de la persona, aportando la seguridad que implica el manejo de una destreza.
  • La variedad y los centros de interés: A través de ellos, niños/as y jóvenes se relacionan con el mundo, descubren sus capacidades y las de los demás, el valor de la cooperación y el espíritu de equipo, descubriendo de un modo alegre lo que juntos pueden hacer.
  • El contacto directo y continuado con la naturaleza: El descubrimiento de la naturaleza estimula la creatividad, crea vínculos entre los miembros del grupo, favorece la comprensión de la vida en sociedad y permite valorar la vida sencilla y los ritmos naturales.

Secciones

Actuamos localmente conociendo la fuerza del impacto global y la necesidad de abordar en en la infancia y la juventud la importancia de tomar un compromiso social, ambiental, para la salud y espiritual. Para ello, nos organizamos en las siguientes secciones educativas:

  • Castores (de 6 a 8 años): Es la edad de la máxima ilusión por descubrirlo todo. Es también la primera vez que salen de casa y comienzan a acercarse a los demás. Los castores se organizan en “Colonias” donde aprenden a vivir en grupo y a participar activamente de las actividades junto a otros de su misma edad. El lema “Compartir” fomenta la igualdad y la solidaridad entre ellos. A través de juegos y canciones van desarrollando rutinas y haciéndose responsables de sus acciones. En esta edad es fundamental que vayan adquiriendo responsabilidades, tanto personales como colectivas. Desde la adquisición de hábitos de higiene corporal, hasta los conceptos de que “cada cosa tiene su sitio” o que todos debemos ayudar a recoger después de una actividad.
  • Lobatos (de 8 a 11 años): Su imaginación está al servicio de una incesante actividad y del juego, su medio de aprender. Su compromiso es “Haremos siempre lo mejor”. En esta etapa los niños y niñas reparten responsabilidades y aprenden a trabajar juntos, desplegando sus hábitos sociales y responsabilizándose de su tarea. A través del juego, el niño aprende a quererse y respetarse, y a querer y respetar a los demás. Es a través del juego como va adquiriendo también sus propios valores personales que le acompañarán toda su vida. A través de talleres se inician en destrezas y habilidades, y a través de excursiones y campamentos, a desenvolverse por sí mismos de manera cada vez más autónoma.
  • Scouts (de 11 a 14 años): Es el tiempo de la afirmación de uno mismo; el deseo de aventura se hace más patente, se desarrolla el carácter, las actitudes y la capacidad de vivir en grupo, enriqueciéndose personalmente. En la Sección Scout se trabaja en Patrullas, donde se potencia el compromiso personal. Eligen sus propios líderes y programan las actividades, con apoyo de sus educadores. Los chicos y chicas adquieren así sus propias responsabilidades y aprenden a valorar el trabajo en equipo. El contacto directo con la Naturaleza y las destrezas para desenvolverse en el medio natural les permiten ir más allá en la formación de sí mismos y de su personalidad. Aprenden a tomar decisiones por sí mismos y colectivamente. Hacen sus actividades en contacto con la Naturaleza y comienzan a tomar conciencia del servicio a los demás. Aspiran a estar “Siempre listos”.
  • Escultas (de 14 a 17 años): Este es un momento crucial para las ideas, los interrogantes y las ambiciones. Los chicos y las chicas empiezan a perfilar su personalidad definitiva. Elaboran sus propios proyectos, abiertos al servicio comunitario, se abren a la sociedad y afianzan su pertenencia a la “Unidad” y su responsabilidad ciudadana. Conciben sus propios “proyectos de cambio”. Son ellos y ellas los verdaderos protagonistas de su futuro. Conciben la “Empresa o Proyecto” desde la idea hasta la ejecución, con la mera supervisión del educador adulto. Se responsabilizan de sus acciones y se impulsan en su propia motivación.
  • Rovers (de 17 a 21 años): Ser Rover es vivir intensamente cada paso, tomar las riendas y hacer un proyecto de su propia vida, empeñarse en cambiar el mundo y, sobre todo, creer que es posible. Se comprometen colectiva e individualmente en acciones de cambio y se esfuerzan por crecer al tiempo como persona. Elaboran sus propios proyectos personales, se marcan metas y se ayudan mutuamente a madurar y crecer como adultos comprometidos. Son jóvenes comprometidos socialmente, dinamizan, conciencian y ayudan a los demás con la esperanza de cambiar el mundo. Su lema es “servir”.
  • Scouters (+21 años): Nunca es tarde para pertenecer a un Grupo Scout. En todas las secciones se cuenta con voluntarios y voluntarias, monitores/as de Tiempo Libre, educadores/as, médicos, transportistas, cocineros… Si quieres compartir tu tiempo y experiencia en un grupo scout, ponte en contacto con nosotros. Te ofrecemos la posibilidad de entrar en un Grupo Scout y colaborar con las actividades y campañas que se realizan durante el año, así como en los campamentos de fines de semana y de verano.